viernes, 28 de febrero de 2020

Ocho glosas ambientales sobre el Magdalena.



Por: GDE.

1_ El Magdalena es el medio de sustento para más de 30 mil pescadores con sus familias.

2_ Con la degradación por contaminación, sedimentación y desecación de humedales, en 30 años la actividad pesquera ha disminuido un 50%.

3_ El Magdalena con una carga de 100 a 170 millones de toneladas anuales, es el primer aportante de sedimentos del continente.

4_ El cierre de caños de los complejos de humedales aguas abajo de Barranca y en la depresión Momposina, se expresa en inundación en el Atlántico y rupturas en el Canal del Dique.

5_ En la Depresión Momposina donde los ríos Cauca, Cesar y San Jorge desaguan al río Magdalena, llegan las aguas con el mercurio de 1.200 minas de aluvión de Antioquia y con los vertimientos del 70% de los colombianos.

6_ Con la pérdida de conectividad biológica  por las grandes represas hidroeléctrica, los poblados ribereños que fueron puertos de pescadores han cambiado de actividad económica.

7_ Por haberse deforestado el 75% de  su cobertura natural en más de medio siglo, también la cuenca ha perdido el caso el 80% de su potencial productivo.

8_ La sobre-explotación y destrucción de los ecosistemas del río, producto del modelo de desarrollo extractiva, viola los derechos bioculturales del territorio.
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*Profesor U.N. de Colombia. Http://godues.webs.com Manizales, 27/02/2020. Imagen: Canal del Dique. Fuente, Colprensa.
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jueves, 27 de febrero de 2020

Cumanday, ¿el león dormido?



Por: Gonzalo Duque-Escobar *
El Ruiz, llamado por los indígenas Quimbayas Cumanday, ubicado al sur del Páramo de Erbé o Mesa de Herveo en época de la Colonia, es una de las estructuras volcánicas activas más conocidas de Colombia, que hoy lleva el nombre del dueño de la encomienda de Pampaná en Chinchiná, y cuya cumbre de lavas andesíticas ubicada a los 4°53’N y 75°19’W, llega a los 5330 msnm.
Imagen: Dinámica glaciar en el VN del Ruiz. Fuente: Glaciares de Colombia, más que montañas con hielo. IDEAM, 2012. Bogotá.
De sus glaciares se alimenta una red hídrica que discurre por los dos flancos de la Cordillera Central: hacia Caldas por el poniente, el río Claro y las quebradas Nereidas y Molinos, y hacia Tolima por el naciente, los ríos Lagunillas, Gualí y Recio. Los glaciares del PNN de los Nevados que en 1950 sumaban 47 km2, ya en 2010 caen a sólo 12 km2 y en 2020 a 11 km2, con lo cual el área glacial del Ruiz que en 1979 tenía 20 km2, desde 2010 por el calentamiento global no llega a los 10 km2.
La prehistoria geológica del volcán Nevado del Ruiz se remonta al Pleistoceno, es decir a  1,8 millones de años. Se trata del período ancestral que dura entre 0,8 a 1,0 millones de años, en el que tienen lugar las primeras erupciones, y en el que se forma un complejo de grandes estratovolcanes que colapsan y forman calderas de entre 5 y 10 km de diámetro.
Sigue otro período antiguo que dura más de medio millón de años, durante el cual se desarrollan grandes estratovolcanes sobre el paisaje caldérico; y que durante los últimos 150 mil años cierra con la formación de calderas explosivas en sus cumbres y con el desarrollo del actual edificio volcánico y de los otros conocidos en el entorno, a través del emplazamiento de domos andesíticos y dacíticos. La Olleta y La Piraña, con ochenta mil a cien mil años de antigüedad revelan parte de esa historia.
Hasta aquí la prehistoria geológica, porque entrando a la historia geológica reciente, durante los últimos 11 mil años el Ruiz ha tenido cerca de 12 etapas de actividad eruptiva, con múltiples eventos conexos como corrimientos de tierra, flujos piroclásticos y lahares, en las que se ha dado la destrucción parcial de los domos de la cima.

Imagen: Mapa de la Mesa de Herveo publicado por Eliseo Reclus en 1850. Fuente: antiquemapsandprints.com
Así como conocemos de la historia geológica más antigua del Ruiz por la morfología de las estructuras vulcanotectónicas, también podemos saber de la actividad reciente mediante la datación de suelos orgánicos bajo las capas de cenizas y otras evidencias geológicas, que a modo de huellas dejaron las erupciones de los últimos miles de años.
Las erupciones importantes datadas por radiocarbono concluido el Holoceno y ya en el Antropoceno o “Edad de los humanos”, son del 6660 a. C., 1245 a.C±150 años, cerca del 850 a. C. y 200 a.C±100 años, así como del 350 d.C±300 años y 675 d.C±50 años. Los hielos que durante el Pleistoceno cubrieron más de 1000 Km2 del Complejo Ruiz Tolima, se retiraron 14 mil años atrás dejando como evidencia valles glaciares y morrenas hasta los 3500-3400 msnm.
Aunque las erupciones del Ruiz y del Cerro Bravo tienen en común un carácter explosivo, mientras las de Cerro Bravo han mostrado un nivel moderado alto y con un mayor nivel de dispersión, lo que se explica por lavas más viscosas propiciando columnas eruptivas de colapso, las del Ruiz han sido de coeficiente explosivo de nivel moderado bajo con presencia de columna eruptiva preferiblemente vertical sostenida. 
Habitamos el segmento volcánico más septentrional de los Andes, y aunque poco sabemos de las corrientes humanas migratorias asiáticas que hace 12 o 14 mil años entraron por el estrecho de Bering, pasaron por Colombia y bajaron hasta la Patagonia.
Imagen: Lahares históricos en  el área de Armero http://www.bdigital.unal.edu.co/31455/
Ya en la época actual, es decir, desde el descubrimiento de América y la conquista, que es lo que más nos debe competir, sabemos también de las erupciones históricas de 1595, 1845 y 1985, repitiéndose donde se destruye Armero. Los dos primeros eventos, coinciden con la pequeña glaciación ocurrida entre 1550 y 1850, época en la que el área de los glaciares sumó casi 100 km2 y el volcán del Quindío esa nevado. La evidencia de esta neoglaciación son los arenales del Ruiz.
En sus “Noticias historiales de las conquistas de tierra firme en las Indias Occidentales”, Fray Pedro Simón relata: la erupción del Nevado del Ruiz ocurrida el domingo 12 de marzo 1595, aludiendo a tres truenos sordos que se oyeron más de 30 leguas por toda su circunferencia, a crecientes por el Lagunilla que cobraron la vida de unos 600 indígenas Gualies y que dejaron media legua de peñascos entre ellos uno mayor que un cuarto de casa.
Igualmente, tras un sismo ocurrido en la mañana del 19 de febrero de 1845, surge un flujo de lodo por el valle que alcanza a Armero cobrando la vida de mil personas, y partiéndose en dos: la mayor proporción que alcanza el Magdalena lleva bloques de hielo, y la pequeña que va al norte alcanza a represar el río Sabandija.
Finalmente, desde finales de 1984, luego de un incremento en el nivel de la actividad sísmica cerca del Ruiz y del depósito de azufre en la cumbre del volcán, posteriormente se da el aumento de la actividad fumarólica, lo que desemboca primero en una pequeñas erupción freática con expulsión de ceniza el mediodía del 11 de septiembre de 1985, y luego en el paroxismo del 23 de noviembre de 1985, cuando se produce la erupción magmática con los lahares que ocasionan el desastre de Armero.
Imagen: Croquis del cráter Arenas del VNR y sus principales rasgos morfológicos, incluido el domo de lava y el nuevo cráter secundario. Fuente: INGEOMINAS.
Aunque después de Armero, como evidencia de que “El león dormido” aún acecha, la inestabilidad del sistema volcánico ha sobresalido por dos pequeñas erupciones ocurridas en 1989 y 2012, el cráter  Arenas ahora con 300 m de profundidad, actualmente muestra justo en el fondo el surgimiento de un domo de más de medio centenar de metros dominando el cráter principal, poniendo en evidencia la extrusión de lava al lado del cráter secundario de 150 m de diámetro, localizado al Oeste del gran cráter.
Por último, habrá que señalar que además de los flujos de lodo o lahares como amenaza conocida del Ruiz, están las erupciones importantes de ceniza, por su afectación para el ganado, las fuente de agua y la florescencia, además por su impacto en las rutas aéreas y descargas eléctricas que acompañan el fenómeno; y respecto a las emisiones pequeñas continuas o frecuentes, habrá problema para la salud si no se protege la vista o las vías respiratoria o por la exposición prolongada para las personas con afectaciones cardio-pulmonares, bronquitis crónica y asma preexistente.

* Profesor Universidad Nacional de Colombia. http://godues.webs.com Nota para la apertura del curso Contexto de CTS en la UN de Colombia. [Especial para la Revista Eje 21; Manizales, 25 de Febrero de 2020]. Portada: Erupción en el Nevado del Ruiz. Fuente: http://www.eltiempo.com
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Fuentes: 
Consideraciones acerca de la erupción del Volcán Nevado del Ruiz (13.11.85) con base en el análisis de las cenizas volcánica. MACIA, C. & CALVACHE, M.L. (1987) Geología Colombiana, No. 16. pp. 7 – 15. 1 Fig., 1 Lam., 1 Tabla. Bogotá.
Desafíos del Complejo Volcánico Ruiz – Tolima. Duque Escobar, Gonzalo (2013) [Objeto de aprendizaje – Teaching Resource] Universidad Nacional de Colombia – Sede Manizales.
El desastre de Armero a los 30 años de la erupción del Ruiz. Duque Escobar, Gonzalo (2015) El desastre de Armero a los 30 años de la erupción del Ruiz. In: Curso de Contexto CTS, Noviembre 11 de 2015, Auditorio Juan Hurtado.
El Nuevo Domo de Lava del Volcán Nevado del Ruiz y la Geomorfología Actual del Cráter Arenas, Milton Ordóñez, Carlos Laverde y Cristian López. 2020. Servicio Geológico Colombiano-Observatorios Vulcanológicos.
Gestión del riesgo natural y el caso de Colombia. Duque Escobar, Gonzalo (2008). Documento de Trabajo. Universidad Nacional de Colombia – Sede Manizales, Manizales, Colombia.
Manual de geología para ingenieros. Duque Escobar, Gonzalo (2019). Universidad Nacional de Colombia – Sede Manizales, Manizales, Colombia.
Monitoring and Mitigation of Volcano Hazards. Roberto Scarpa, Robert I. Tilling. 2012 – ‎Science.
Nevado del Ruiz volcano (Colombia): pre-eruption observations and the November 13, 1985 catastrophic event. BARBERI, Fand MARTINI, M. and ROSI, M. 1990. In: Journal of Volcanology and Geothermal Research.
Observaciones preliminares sobre flujos de lodo cuaternarios relacionados con la actividad del volcán nevado del Ruiz… Mojica, Jairo; Brieva, Jorge; Villarroel, Carlos; Colmenares, Fabio and Moreno, Manuel (2012). Geología Colombiana 
Petrografía y geoquímica de las rocas ancestrales del Volcán Nevado del Ruiz.  Luz Mary Toro Toro; Carlos Alberto Borrero-Peña; Luis Fernando Ayala Carmona. Boletín de Geología. Vol. 32, N° 1, enero-junio de 2010.
Quaternary eruptive history and hazard-zone model at Nevado del Tolima and Cerro Machín volcanoes, Colombia. Thouret, Jean-Claude; Cantagrel, J-M; Robin, C.; Murcia, A.; Salinas, R.; Cepeda, H. Journal of volcanology and geothermal research. Medellín. 1995.
Riesgo en zonas de montaña por laderas inestables y amenaza volcánica. Duque Escobar, Gonzalo (1995) In: VII Curso Internacional sobre Microzonificación y su Aplicación al Planeamiento Urbano para la Mitigación de Desastres- CISMID, Lima, Perú.
Una política ambiental pública para Manizales, con gestión del riesgo por sismos, volcanes y laderas. Duque Escobar, Gonzalo (2012) Documento de discusión. Manizales, Colombia.
Volcán Nevado del Ruiz. IDEAM – Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales. Bogotá, Colombia.

domingo, 23 de febrero de 2020

ELN: crímenes y errores

Revista Eje 21.
POR HUMBERTO DE LA CALLE
No hay justificación para el uso de la violencia con reales o supuestos fines de reivindicación social. No sólo porque es inaceptable, sino porque ninguna ventaja ha surgido como consecuencia del conflicto armado interno y en cambio sí han sido protuberantes los efectos dañinos, entre otras cosas, afectando a los más pobres. Para salirle de una vez al contraargumento de los opositores al Acuerdo de La Habana, no hay en esto contradicción. Primero, porque precisamente de lo que se trató y se logró fue el ingreso de la guerrilla más antigua y más poderosa al ejercicio civil de la política. Y en segundo lugar, porque por primera vez en el mundo bajo la vigencia del Estatuto de Roma, una guerrilla, así como los demás responsables, deben afrontar decisiones de carácter judicial como epílogo de sus actos. No hubo amnistía para los crímenes más graves. Por eso es importante apoyar a la JEP para aterrizar lo pactado.
El atentado del ELN a la Escuela de la Policía fue un acto terrorista y un crimen de enormes proporciones. La reacción del gobierno, por tanto, fue justificada. La situación creada hacía insostenible una mesa de conversaciones.
En general, la posición del gobierno se ha perfilado de dos maneras: liberación de secuestrados y suspensión de hostilidades. El primer punto es acertado. Sobre el segundo, si bien sería lo deseable, siendo realistas es algo que difícilmente aceptará una guerrilla. Sin que esto signifique justificación de sus andanzas, en una visión realista de la evolución del conflicto, el cese de fuego definitivo difícilmente puede ser el punto de partida. En el caso de las FARC fue un punto que se logró más adelante cuando ya existía un cúmulo importante de acuerdos. Se entiende que el gobierno no quiera negociar bajo el fuego por el costo político que eso significa y, quizás también, porque implicaría reconocer algún acierto en las conversaciones de La Habana. Curiosamente tanto gobierno como ELN censuran ese Acuerdo.
Pero además de los graves crímenes, las últimas decisiones del ELN son errores monumentales. En primer lugar, porque le da aire a los opositores al diálogo. Y en el caso del Gobierno, le brinda una palanca importante para buscar apoyo social. En la respuesta al terrorismo, el Presidente Duque puede encontrar, para horror de Colombia y de él mismo, un punto que le puede servir para encontrar la gasolina política que le está haciendo falta.
La pregunta de fondo es, sin embargo, pese a la retórica triunfalista de la derecha, si no es necesario buscar algún camino para superar este conflicto o al menos para amortiguar su crudeza. En el caso de las FARC, insistimos en negociar bajo fuego y nos opusimos a diversas ideas sobre humanización de la guerra. Tomando una expresión de Manuel Marulanda, dijimos que la mejor manera de humanizar la guerra era darla por terminada. Pero dadas las características de la confrontación con el ELN, su compleja estructura de mando, la insistencia en que ellos son voceros de la sociedad -y es cierto que hay zonas donde tienen carácter endémico- y el crecimiento del reclutamiento, quizás las ideas sobre búsqueda al menos de acuerdos parciales de humanización, que tanto ha pregonado Ernesto Samper, pudiera ser un camino digno de examen en estas complejas circunstancias.

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ENLACES U.N. :
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lunes, 3 de febrero de 2020

UNA AGENDA VERDE PARA EL CAMBIO CLIMÁTICO, EN MANIZALES


Por Gonzalo Duque-Escobar*
La agenda verde para el cambio climático, en Manizales:
1_ Declarar las Reservas FP de Río Blanco y CHEC, PNN, y establecer corredores biológicos obligatorios en los ríos y corrientes mayores. Deberán recuperarse cauces afectados o degradados, como la Q de La Francia.
2_ Un programa de expansión de rutas, zonas verdes,  parques y peatonales,  que articule el Cerro Sancancio con el Bosque Popular y los ecoparques de Los Alcázares-El Arenillo con Chipre y de Los Yarumos con Monte León y Niza. Deberán adquirirse Sancancio como área de interés ambiental y convertirse en ecoparque.
3_ Un Sistema  de Transporte Integrado con alcance metropolitano, verde: con más transporte público colectivo y más ciclo rutas. Esto incluye fortalecer la conectividad y movilidad para la Ciudad Región.
4_ Educación ambiental, fomento de la energía solar, restricción a vehículos contaminantes y apoyo a emprendimientos y empresas de desarrollos sostenibles. Habrá que fortalecer el reciclaje, la producción de compost, las huertas urbanas y los techos verdes.
ENLACES AMBIENTALES U.N.:
Acciones frente al clima y el “desarrollo”.
Huracanes y Terremotos acechan.
* Profesor U.N. de Colombia y Miembro de la SMP de Manizales. http://godues.webs.com